Entradas

Mostrando entradas de agosto, 2021

Un chico al que llamar follamigo

Imagen
En las últimas semanas han aparecido dos chicos del barrio que tienen todo lo que me gusta para convertirnos en follamigos, y eso es algo que no me pasaba desde hace mogollón… poco a poco pero con paso firme estoy tratando de ganármelos para que esta situación no se quede en cosa de una noche. Primero apareció un chico de veinticinco años al que llamaré Loto. Tras intercambiar fotos y palabras se dio cuenta de que ya nos conocíamos, a mí su cara me quiso sonar pero no lo recordé hasta que él lo puso en palabras. Quedamos hace al menos cuatro años, pasamos un rato morboso y agradable y después nos perdimos la pista sin más. Mi mente sí tenía guardado que ese chico me gustaba, y se lo hice saber (de forma un poco descarada). Al rato me preguntó si realmente me acordaba o me estaba haciendo el longuis, a lo que respondí con un dato que me contó aquella noche, un dato tan concreto que le dejó sorprendido. Bueno, pues pasan un par de días, es sábado noche y estamos los

Sobre la intensidad y la juventud: una historia de verano (2)

Imagen
El último día de vacaciones llegó despertándome con un sabor agridulce en la boca. ¿Alcohol? Puede. ¿Frustración? {…} Solo quedaba una oportunidad de hacer algo con Ojos Azules. Convencí a mis chicas para acercarnos al campamento a preguntar cuáles eran sus planes, pero el panorama allí era desolador. Por lo visto, aquella noche habían desfasado y la única que estaba despierta era Arantxa, la chica del peto vaquero. —No sé todavía si saldremos esta noche, amores —dijo preparándonos un café—. Queríamos hoy pasar el día descansando para el viaje de mañana, ¡y qué noche ayer! Ese comentario me entró como una patada en el estómago, lo único que podía animarme a aguantar otro día de fiesta era volver a verle, así que ya podía darme por jodido. Antes del atardecer fuimos al paseo marítimo, como siempre atestado de gente de toda condición haciendo botellón. «Miles de personas disfrutando el verano, cada una con su propia trama», pensaba, y yo, que no podía disimul